Desde hace algún tiempo, las compañías tecnológicas estamos analizando los diferentes retos a los que se enfrentan las aseguradoras. Un futuro que pasa necesariamente por la modernización de los procesos para que todas las organizaciones del gremio puedan adaptar su negocio al mundo digital en el que vivimos.
En Microsoft, sabemos que la Inteligencia Artificial (IA) será el pilar fundamental sobre el que se asentarán las bases de este sector, que necesita potenciar el talento y la colaboración de sus equipos humanos, transformar sus productos y optimizar el área de operaciones para captar y fidelizar clientes.
El espejo en el que los aseguradores se mirarán de aquí a los próximos diez años contempla dos ángulos, uno más abierto y a largo plazo -que aún tiene algunos aspectos pendientes de definir-, y otro que proyecta una foto más real del ‘momentum’ que estamos viviendo ahora, que implica la adaptación a los nuevos modelos de negocio para abrir la puerta a nuevas líneas de ingresos.
Si empezamos por el futuro más cercano, nos damos cuenta de que hay nuevos actores y tecnologías, como la nube, la Inteligencia Artificial, el IoT, el Blockchain y la realidad aumentada, que están acelerando la transformación y permiten crear nuevos productos y servicios para, por ejemplo, gestionar siniestros, que antes no eran viables.
“El almacenamiento de datos a gran escala y la posibilidad de analizarlos y conectarlos entre sí ha dado como resultado nuevas fórmulas que desembocan directamente en la mejora de la experiencia del usuario.”
Hoy en día, ya es posible contratar opciones flexibles y micro seguros para un uso o momento concretos, como un seguro de un día para una cámara de fotos o para un viaje en avión, donde el cliente puede ser recompensado en caso de que se registren retrasos en el embarque o en el aterrizaje. También se están diseñando diferentes programas de compensación para asegurados con índices bajos de siniestralidad, tal y como propone Honeywell que, dentro de su oferta de seguros para el hogar, incluye una bonificación para los clientes que contratan el paquete completo de servicios controlados por domótica, ya que está comprobado que mejora la ratio de siniestros.
Otro ejemplo de novedades en el sector lo representa Munich RE que, a partir del almacenamiento de parámetros, ha construido modelos que calculan los riesgos meteorológicos para anticipar inundaciones u otro tipo de incidentes climatológicos.
Todos tienen algo común y es que se desarrollan a partir de plataformas cien por cien digitales. Una estructura que se irá fortaleciendo con el paso del tiempo y que dentro de diez años propiciará que las nuevas generaciones se muevan por notoriedad y relevancia más que por dinero, por lo que esta situación dará un giro a los sistemas que forman parte de nuestra sociedad, tal y como los conocemos ahora, como el de pensiones o el servicio público de salud. En este nuevo escenario, el sector asegurador tiene mucho que aportar, pero sin lugar a dudas también necesita hacer algunas adaptaciones para convertirse en una industria fuerte y exitosa en la era digital.
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