Nadie quiere quedarse atrás por utilizar tecnología obsoleta.
En otras palabras, la vida moderna exige dispositivos modernos.
Hay que estar siempre actualizado, siempre evolucionando.
Sencillamente. Sin problemas. Sin esfuerzo.
Experiencias más sencillas
Damos lo mejor de nosotros cuando todo funciona.
Necesitamos una tecnología sencilla y que funcione tanto en nuestro trabajo como en nuestra vida personal, independientemente de dónde estemos o qué estemos haciendo.
Las mejores herramientas nos dan libertad para cambiar fácilmente de dispositivo sin perder el acceso a la información que necesitamos.
Son tan ágiles como nosotros y siempre seguras.
El poder de la sencillez
¿Cuál es el principal enemigo de la seguridad y la productividad?
La complejidad.
Cuanto más sencilla sea la tecnología, mejor será la experiencia.
Es importante destacar que «sencilla» no significa «menos sólida». Tampoco «menos capaz».
Significa «elegante».
Menos cosas que administrar, configurar, integrar y proteger.
Realmente moderna y segura.
Más productividad. Menos riesgo.
Tecnología versátil
En el mundo actual necesitamos crear, consumir y comunicar de maneras que encajen perfectamente en nuestras vidas. Herramientas que se adapten a nosotros.
No hay límites en lo que podemos lograr cuando nuestra tecnología refleja la diversidad de todos los que la utilizan.
Significa accesibilidad, tanto si trabajas con tu voz, como si necesitas distinguir fácilmente los colores o no puedes usar un teclado. La tecnología debe impulsar nuestra creatividad, permitiéndonos compartirla de forma segura con cualquier persona, en cualquier momento.