Las empresas inteligentes siempre están buscando nuevas formas de mejorar lo que hacen y diferenciarse de la competencia. La continua búsqueda de fórmulas mejoradas adopta muchas formas, desde la reestructuración organizativa hasta el desarrollo de modelos empresariales completamente nuevos. Pero una de las más comunes en los planes de casi todos los líderes empresariales modernos es el énfasis en la innovación tecnológica.
Tal vez la introducción de una nueva tecnología les parezca un éxito seguro a los líderes empresariales que buscan una ventaja competitiva para sus empresas. Sin embargo, esta decisión siempre debe ir precedida de un detenido análisis en el que se evalúe cómo esa tecnología va a afectar a las estructuras organizativas existentes.
En ese caso, ¿qué debemos tener en cuenta cuando incorporamos una nueva tecnología para garantizar que su asimilación sea lo más fácil posible?
Mitigar las alteraciones que una nueva tecnología puede provocar en la cultura de la empresa
Un negocio floreciente es un delicado equilibrio de elementos, cada uno con un propósito específico. Al igual que un reloj suizo, su intrincada red de engranajes y ruedas se mueve al unísono hacia objetivos y metas definidos con precisión.
Es por eso que, en un principio, la repentina incorporación de una nueva tecnología puede tener un impacto disruptivo e incluso perturbador en la cultura de la empresa, sobre todo, si tiene la capacidad de transformar procesos bien establecidos. Y es que, en el entorno de trabajo, cualquier cambio es siempre un desafío que hay que superar.
Dado que en la mayoría de los entornos de trabajo modernos encontramos una amplia gama de niveles de experiencia, así como diferentes grados de antigüedad en los puestos de trabajo, está claro que la transformación digital debe ir acompañada de un programa de gestión de cambios tan cuidadosamente seleccionado como el de cualquier otro tipo de iniciativa relacionada con la reestructuración de la empresa.
Pero ¿cómo es un programa de este tipo?
Dos ingredientes clave para una transformación digital armoniosa
Los principios básicos de la gestión del cambio giran en torno a dos aspectos clave: un sólido liderazgo y una fuerte implicación de los empleados. No es de extrañar por tanto que, aplicando estos mismo principios, se logre implementar con éxito una nueva tecnología que tenga un impacto a gran escala.
Así es exactamente como el líder holandés de pinturas y recubrimientos AkzoNobel logró implementar una serie de nuevas tecnologías de Internet de las cosas (IoT) en varias de sus plantas repartidas por Europa.
«Cuando empezamos a usar la tecnología IoT en la fábrica, muchos de nuestros operadores tenían verdadero miedo», recuerda Luca Ottolini, director de producción de AkzoNobel Como, Italia.
Sin embargo, gracias al sólido liderazgo de Luca y a su estrategia de ayudar al equipo a adaptarse al uso de esta nueva tecnología, un año después el nuevo sistema de IoT es accesible para todos, lo que beneficia enormemente a la empresa.
AkzoNobel: mejora el rendimiento en las fábricas con la tecnología IoT
La compañía holandesa, AkzoNobel, tiene oficinas en más de 100 países. En varias de sus fábricas de Europa, han implementado por primera vez la tecnología IoT de Azure. Después de un período de adaptación, la compañía empieza a ver beneficios en el rendimiento y la productividad derivados de una mayor conectividad en la planta de producción.
Lee el caso de cliente completo y descubre cómo AkzoNobel abordó la transición para utilizar la tecnología IoT de Azure.